Cause I am a child

Al hilo de la anterior entrada, siguiendo con la vena sentimental, recuerdo que cuando era pequeño y tenía un problema -la clase de problemas que tienes cuando eres pequeño- siempre contaba con palabras tranquilizadoras que lo solucionaban todo por parte de mis padres. Eran como un buen truco del mejor mago.
Ayer, muchos años después, volví a tener esa sensación y me he dado cuenta de que la echaba mucho de menos. Es posible que ultimamente no haya buscado tanto la complicidad como debiera, por aquello de que ya soy mayor y todo eso pero... ¡qué bien sienta!.
Espero que el día a día no nos siga comiendo y que tardes como las de ayer se conviertan en un denominador común y no en algo extraordinario. El truco del mejor mago ha funcionado otra vez. Porque los "mayores" todavía seguimos siendo "pequeños" para muchas cosas.