Samsung Galaxy Tab 10.1

La verdad es que desde que han salido no he sido muy fan de los tablets, no acababa de ver su utilidad en un perfil como el mío -con desktop y portátil-, pensaba que su uso se limitaría puntualmente a -como mucho- 5 ó 10 minutos diarios. Aunque las conclusiones prefiero dejarlas para el final.
También he de decir que el capricho me entró con la espinita clavada de un lector de libros cómodo y ligero, simple y llanamente para comics y poco más. Por lo tanto me apetecía que fuera en color, de 10 pulgadas y, ya puestos, con Honeycomb. La elección era sencilla: Motorola Xoom vs Samsung Galaxy Tab 10.1. Y el premio se lo llevó el tablet de Samsung básicamente por precio.
El unboxing fue bastante divertido y las primeras impresiones no defraudaron expectativas. 10 pulgadas era lo mínimo, muy ligero (595gr.) y aunque el acabado "plasticoso" puede gustar o no, imagino que la decisión de hacerlo así influye directamente en el peso del dispositivo. En el primer arranque me dió la impresión de ser bastante lento para tratarse de Honeycomb, sin embargo el wizard de configuración inicial es bastante ameno y sencillo. Y ahí se quedó la sensación de lentitud, no la he vuelto a notar.
En las primeras horas de uso te das cuenta de que estás ante un terminal muy potente de hardware e impensable hace unos años. Las diferencias y mejoras de interfaz entre Honeycomb y sus hermanos pequeños se nota en pequeños detalles como la nueva barra de notificaciones, la usabilidad de los menús de Ajustes, un market mejorado y adaptado para dimensiones de tablet (aunque solo funcione en horizontal) y un interfaz para Gmail absolutamente bestial en cualquiera de las posiciones del cacharro.
No he querido escribir esta mini-review hasta haber usado el Galaxy Tab durante varias semanas y estabilizar un poco las aplicaciones más frecuentes y el uso diario del mismo. Me encanta despertarme con Clock.app y repasar los feeds + weather aunque ello suponga madrugar 10 minutos más, pero mucho más rápido y directo que hacerlo desde el portátil. Lo mismo después de comer, con esos otros 5 minutos muertos antes de volver al trabajo. Aunque su uso se intensifica notablemente por la noche, entre feeds, redes sociales y -principalmente- comics y libros. Las aplicaciones más usadas son las siguientes: ACV, jjComics Viewer, Aldiko, TweetDeck, Navegador, gReader y Gmail. Entre todas se llevan el 90% del uso del Samsung Galaxy Tab.
Pese a su fantástico hardware y su optimizada usabilidad a través de Honeycomb, el dispositivo tiene pequeños detalles que no acaban de convencerme (aunque algunos de estos detalles ya los conocía antes de formalizar la compra). Entre lo más molesto comentar que no dispone de cargador microusb, se trata de un conector propietario de Samsung. Tampoco dispone de soporte para tarjetas externas y la memoria interna (16Gb. en este modelo) no se deja montar -por defecto- con USB Mass Storage. Por último decir que tarda un montón en cargar la batería aunque luego dura más de 10 horas efectivas.
Para finalizar y como conclusión tengo que decir que si bien es un cacharro prescindible, llega a llenar perfectamente los momentos para los que ha sido pensado (al menos en mi caso). Y pensándolo desde el punto de vista de un lector de libros/comics con grandes posibilidades para mil cosas más... no me arrepiento para nada de haberlo adquirido.