El interruptor

Uno de los n+1 defectos de este cuaderno de bitácora digital es que las notas técnicas acaban ganando el pulso a las personales y al final eso hace que pierda parte de su encanto. No puedo decir que vaya a cambiar la racha, sin embargo, hoy ha pasado algo que me ha hecho reflexionar.

Me he encontrado con un antiguo compañero de vestuario - y de alguna que otra batallita - y me ha estado contando su calvario el último año y medio a raíz de un accidente de tráfico. Se me pusieron los pelos de punta varias veces por muchas similitudes con nuestro rosa y negro.

Y no podía borrar una sonrisa en la cara mientras lo contaba, porque después de estar más en el otro barrio que en este, había sido capaz de mirar a la muerte a los ojos para decirle que no era su día, salir del túnel, conocer a su segunda hija y disfrutar de todos esos pequeños placeres que te ofrece la vida.

Pequeñas cosas que dejan de ser importantes con las preocupaciones de lo cotidiano, hasta que te das cuenta de que las preocupaciones no son preocupaciones, lo cotidiano es ínfimo y hace falta nada-o-menos para que todo se ponga patas arriba.

Y vuelta a empezar.

personal

About the author

Óscar
has doubledaddy super powers, father of Hugo and Nico, husband of Marta, *nix user, Djangonaut and open source passionate.
blog comments powered by Disqus